Conversando sobre la Amistad (317)
Kooch,mito tehuelche
Mitos sobre la creación(16)
La amistad , la soledad y la
claridad.
Los mitos constituyen un ámbito donde, es
dable recordar a Rilke en relación
a que lo cotidiano habla en voz baja de lo eterno. Por ellos transita
la vivencia y la
comprensión de la soledad y de la la amistad.
Hay un mito
Tehuelche en que se proyecta la angustia de la soledad , la de los adultos mayores , allegados o viviendo solos, la de cualquier ser humano , proyectada a el propio ser
supremo, a Kooch.
Muy al sur, fueguino, tehuelche, más atrás, mucho más atrás en el
tiempo, sólo existían la oscuridad y Kóoch… Kóoch solo, no
es adecuado decir con la oscuridad, ya que no tenía
contacto personal con ella.
Se sentía solo, triste, muy triste
y empezó a llorar..Lloró
interminablemente … Sus lágrimas caían sin cesar y fueron pasando de ser
pozas, a constituir lagunas, hasta
llegar a transformarse en mar, el
primer elemento del mundo , el mar primitivo, Arrok.
Kóoh suspiró, por su
llanto, por su mar , porque
continuaba la oscuridad… y ese suspiro fue un segundo ser, el viento, Xóchen.
Xóchen, cachorro , movedizo, empezó a ir y venir sobre el mar y eso dio origen a las nubes.
Xóchen, lúdico, ensimismado, las perseguía. Surgió Katrín,
el trueno . Los testimonios son
contradictorios Hay quienes dicen que proviene del viento, como un modo más, irresponsable, de complicar la vida a las nubes. No
faltan quines sostienen de
que es un engendro, con poderes de protesta e intimidación, de las propias nubes, Lo que está claro es que de estas últimas emergió el relámpago, Lüfke, ramalazo de luz
temible en medio de ese
apenas balbuceo de un despertar de un mundo sumido en tinieblas.
Kooch veía algo más con este movimiento de viento, nubes y relámpagos, pero siempre estaba,
sentía, todo muy oscuro, inhóspito , triste. Como los continentes sumergidos,
se diría después. Algo en él reclamaba con urgencia la claridad De improviso, levantó una mano, en ademán de concentrar
la vista, y se encendió una chispa . Entonces se la llamó Xaleschen pero nosotros
le damos el nombre de Sol
Esto de la creación impresionó a todos, al sol, a
las nubes, al viento. En contraste, se sentía el
mar muy grande y muy solo. Atento, Kóoch dispuso hacer subir una parte de la tierra,
hasta que quedara más arriba del mar , formando una isla. Fue la primera tierra
firme. Ahí crecieron, se
multiplicaron peces en el
mar y plantas y animales en la tierra.
Kóoch seguía con problemas
con la oscuridad. La noche
era larga. Sobre todo,
para un solitario Fue
así como decidió crear la luna,
Kenhenkon.
Al principio el sol y la
luna no se conocían, cumplían
horarios diferentes Luego , las nubes , comunicativas, se daban tiempo para contarles
al uno del otro . Así
fue como
empezaron a adelantar sus
llegadas y se conocieron. Se acercaron , se constituyeron en pareja y deben tener bastante armonía porque pasa el tiempo y siempre se
repiten las ocasiones en que no
aparece en público ninguno de los dos.
Kóoch, compensivo, sabio, amigo, no posesivo, sin pequeñeces , con una
autoridad tan ética
como racional, amoroso y desapegado, se puso en el lugar del sol y la luna ,
respetó su espacio de encuentro mientras él se hizo amigo de la naciente claridad.
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