Conversando
desde la Amistad(323)
Dulcinea
Mitos intervenidos( 4 )
Dulcinea y
Cervantes
Aldonza,
y Miguel
Pasó, como siempre, frente al molino próximo al caserío .La luz del alba
le dio esa antigua sensación de
apertura, de confianza en sí.
Aquella perdida tantas veces en el naufragio de los crepúsculos.
Sí, ella era en cierto modo y para
siempre una aldeana ,pero tenía
otros mundos. Otros mundos
dentro de éste, algunos
dirían, más bien después
del nuestro.
Captaba, a distancia, sin conocerlo
personalmente, el mundo complejo, creador, de Miguel. Ella le comunicaba ideas,
argumentos. Eran momentos
especiales para el escritor Tal vez, según el mismo lo mentaba, de aquellos propios de poeta cuya gracia no quiso darle el cielo..
Todo se
aclaró. Hasta la madrugada parecía estar más nítida. La narración iba a seguir.
El lector a quien se le secó el cerebro
se enamoraría de Aldonza,
una aldeana aparentemente
imaginaria, pero, al fin y al cabo, bastante real.
Así , dejaría de circular aquello de “ a
falta de moza tiene su Aldonza.” Lo pequeño puede ser hermoso. En cualquier
mundo.
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