Conversando desde la Amistad (232)
Buscando la
Amistosofía (11)
La diosa de la amistad. en la Mitología Clásica
Los griegos tenían una diosa alegórica de la amistad.
Diosa de bajo perfil, la cual, literalmente, “ardió Troya”.
La diosa de la amistad era una joven, con el pecho desnudo o cubierto
por una túnica. Con su mano derecha apuntaba al corazón. Con la izquierda señalaba un olmo
quemado por un rayo alrededor del cual se enroscaba una vid con grandes, golosos, racimos de uva .
Una mano al corazón. Al sentir, a la compasión. La otra, apuntando al árbol herido ,al sufrimiento, a la solidaridad. A la
empatía. Empatía convertida en servicio, alegre, pleno, radiante fructífero.
Estaba presente la amistosofía como sentipensar donde se está atento al corazón y al
otro, donde se tiene conciencia de que
coexisten la tristeza y la
alegría.
Precioso el tema y su resolución. Me lleva a pensar en lo divididos que los seres humanos actuamos. Se percibe como una cierta pereza en asumir lo que somos en esencia y en conducta. Nos presentamos frente a un otro, significativo o no, en forma parcial. Como si fuéramos sólo de una determinada manera. Nos cuesta asumir que a veces actuamos como si no fuéramos nosotros mismos. Nos cuesta asumir nuestra complejidad: que a veces somos diferentes; nos damos permiso para probar actitudes diferentes. Pareciera ser que nos inhibe, nos asusta creer que los otros no nos aceptarán si nos mostramos diferntes a lo que creemos ser para los demás. Le tememos a la incertidumbre; tememos ser rechazados, como nosotros rechazamos a los que se nos aparecen en un momento dado como diferentes a cómo les conocimos. Le tememos como al diablo a nuestros cambios, sin detenernos a pensar que si esos cambios se presentaron es, tal vez, porque les necesitamos.
ResponderEliminar