Conversando sobre la Amistad (371)
Amistad con la tranquilidad y con la serenidad
“Quédate tranquilo”, le decimos al niño asustado por la oscuridad, a la
persona que va a entrar por
iniciativa de otros a una reunión…
La tranquilidad y la
intranquilidad se pueden influir desde fuera, con palabras gestos o fármacos. Las disposiciones y reacciones
tranquilas e intranquilas son propias
de seres humanos y de animales. Los conejos dan señas de intranquilidad a la
presencia de un perro, las gallinas hacen lo propio cuando las sobrevuela
un ave de rapiña.
La serenidad es algo propiamente humano, una actitud que
suele ser parte de un proyecto, de
convicciones espirituales y existenciales, de un sentido de vida en que se valoriza algo más profundo
que las posibles amenazas , decepciones o sufrimientos,
una actitud asociada a la
entrega a un proyecto, de servicio, de búsqueda científica, de desarrollo de conciencia , de realización espiritual. Es la actitud de Sócrates cuando se
le condena a tomar la cicuta. Es la amistad con un sentir,
creer , intuir que desborda el presente .
Es dable estar tranquilo ante una examen escolar; porque se sabe, porque no se le da mucha importancia al examen . Se está sereno cuando se ha superado una reacción del ego ante un rechazo amoroso
Dice Bollnow;: “No podemos ser tranquilos, pero sí serenos. Por eso, la
serenidad no es de ningún modo una
virtud anticuada que interese exclusivamente a los historiadores del espíritu,
sino que significa precisamente la actitud vital que, más que nunca, debe ser la meta de la existencia presente”
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