Conversando sobre la Amistad (367)
Amistad con los árboles
Una contribución de Alejandro
Illanes
M I S Á R B O L E S
¿Por qué no caminan mis árboles?
Quizá en algún milenio anterior lo hicieron
y ahora, adheridos a la tierra,
solos y gozosos
con el viento,
se acunan,
sintiendo, escuchando voces,
se aquietan
Por eso algunos cantan y otros lloran
lloran cuando pierden sus hojas en otoño,
lloran cuando cercenan y muere un hermano,
y como póstuma plegaria,
agitan sus brazos desnudos al viento
Para consolarse y protegerse
forman el bosque y su sotobosque
Y así
soñando, se mecen,
haciendo un mar pintado de cielos,
con esperanza que alguien oiga sus voces
y un alma sensible vea sus lágrimas.
Camina
a la sombra del bosque
y atiende su cantar, o a veces su llorar
y sus lamentos,
de haber nacido quietos,
balanceándose, gracias al viento
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